Cuencos tibetanos

El cuerpo humano se puede comparar con una orquesta, donde cada órgano, tejido y célula es como un instrumento diferente. Al igual que en una orquesta, todas las partes individuales tienen diferentes tonos, matices y atributos únicos que deben afinarse para tocar juntos en armonía. El terapeuta de cuencos Tibetanos trabaja como un director de música.

Nuestro sistema nervioso es sensible a todos los sonidos. Los sonidos fuertes y disonantes pueden lastimarnos o incluso matarnos, mientras que los hermosos sonidos rítmicos de los cuencos tibetanos tienen un profundo efecto curativo en el sistema nervioso, que está en comunicación continua con cada célula del cuerpo. La combinación entre el sonido del cuenco percibido a través del oído y las vibraciones del cuenco a través de la piel, tiene un efecto curativo en el cuerpo, la mente y el alma. Las vibraciones externas del cuenco, hacen que las células resuenen. Desde aquí, las ondas sonoras se esparcen por todas partes, ya que el cuerpo se compone de más del 70% de agua;  y el agua es un gran conductor de sonido y vibración. Las ondas de sonido (como las ondas de una piedra arrojada a un estanque) se propagan en anillos concéntricos en círculos cada vez más grandes a través de la sangre, la piel, los órganos y los huesos, relajándolos, y al mismo tiempo armonizándolos y energizándolos. De esta manera, las más de 100 billones de células, los componentes básicos del cuerpo humano, reciben un suave masaje de limpieza y armonización. Las vibraciones sonoras de los Cuencos Tibetanos especiales están diseñadas para sanar, liberar bloqueos energéticos del cuerpo, la mente y el espíritu.

Beneficios de los cuencos tibetanos

• Reducción del estrés a través de la relajación profunda y la liberación de endorfinas.
• Libera traumas emocionales encerrados en el subconsciente.
• Efecto profundo en los meridianos de acupuntura.
• Activa los mecanismos de autocuración dentro del cuerpo.
• Promueve un sueño más profundo.
• Alivio del dolor de cabeza, fatiga, insomnio, trastornos digestivos, dolores articulares o musculares, trastornos menstruales, desequilibrios emocionales.
• Equilibrio de chakras.